En los intercambios lingüísticos, una familia pasa unos días con otra en el extranjero, para después acoger a sus anfitriones en su casa. Por ejemplo, tu hijo pequeño o adolescente, tú, o toda tu familia podéis viajar a Francia y alojaros 15 días en casa de una familia de habla francesa que tiene un hijo de edad similar al vuestro. A cambio, esta familia (o uno de sus miembros) pasará, más adelante, otros 15 días con vosotros, en vuestro hogar.
Durante el intercambio lingüístico en Francia, tú, tu hijo pequeño o adolescente, o toda tu familia disfrutaréis a la vez que aprendéis francés, ya que participaréis en la vida cotidiana de la familia; una inmersión cultural y lingüística en las mejores condiciones posibles. Además, también podréis (¿por qué no?) apuntaros a un curso de francés durante vuestra estancia en Francia; un trámite mucho más sencillo de hacer si se cuenta con la ayuda de una familia del lugar.
Para participar en un intercambio lingüístico en Francia, es necesaria una implicación personal importante, una gran disponibilidad, un buen sentido de la organización y, por supuesto, condiciones materiales de acogida suficientes por parte de cada una de las familias. Si te sientes preparado para esta experiencia, tú, tu hijo pequeño o adolescente o toda tu familia podréis vivir unas fantásticas vacaciones lingüísticas que desearás repetir una y otra vez...
Si, por una u otra razón, no cumples alguno de estos requisitos, la solución más sencilla es considerar la estancia con Familia Anfitriona remunerada. Saber más...
Disfruta de un intercambio lingüístico en Francia, y aprende francés
Francia es un país único en Europa, que destaca por su riqueza histórica, por su pensamiento político, y por el desarrollo de las artes y las ciencias. Conocido por los croissants, los crepes y por su champán, la gastronomía es también un elemento de suma importancia, y salir a comer fuera es toda una experiencia cultural. Prepárate para ser seducido por las mágicas atmósferas de sus cafés y sus pequeños restaurantes. Su sofisticada capital, París, cuenta con una destacada escena cultural y monumental, de la que destaca la Torre Eiffel y el museo de arte clásico el Louvre.
Desde la inspiradora Abadía del Monte de St. Michel, a la amurallada ciudad medieval Carcassonne, propia de un cuento de hadas, todo el país está plagado de castillos. Las costas mediterráneas de la Ribera Francesa son, sencillamente, divinas. A través de los apacibles campos del Valle del Loira, y las tranquilas colinas de Jura, la campiña francesa supura tranquilidad y naturaleza. De entre los deportes al aire libre más populares, destacan el 'paddle boarding' en lago, el trekking o el esquí en los Alpes franceses. Congelado en la historia, las pinturas prehistóricas de Dordognes, el teatro romane de Lyon y el Palacio de Versalles son de visita obligatoria.
El intercambio lingüístico en Francia puede realizarse desde la edad en que se reciben las primeras clases de idiomas en primaria. Si tú, tu hijo pequeño o adolescente, o toda tu familia estáis dispuestos a vivir unos días en Francia, en un entorno familiar acogedor, las ventajas de la experiencia serán considerables.
Si el que disfruta del intercambio lingüístico en Francia es tu hijo pequeño, es importante que tenga la madurez suficiente para vivir esta aventura. Hay que tener en cuenta su autonomía emocional, su capacidad de adaptación, su disposición para compartir y su curiosidad. Tú decides.
Si los que queréis vivir una inmersión lingüística en Francia sois tú, tu hijo adolescente, o toda tu familia, lo único que necesitáis son ganas de pasarlo bien...
El intercambio lingüístico en Francia corto, que es la mejor opción para que niños pequeños o adolescentes, adultos, o familias enteras aprendan francés, suele realizarse durante las vacaciones escolares. Como las fechas de estas no coinciden en los distintos países, es posible que durante vuestra estancia en Francia, la familia que os aloje tenga que trabajar o que su hijo esté en el colegio. Para solventar este o cualquier otro posible ajuste de fechas, no dudes en hablar con tu familia de acogida.
El intercambio lingüístico en Francia de larga duración (un trimestre, un semestre o incluso un año escolar) es una experiencia cada vez más popular. Es ideal para niños pequeños o adolescentes. Un intercambio en Francia largo exige una mayor implicación de todos los participantes y también requiere resolver muchas cuestiones relacionadas con la escolarización o la matrícula del estudiante en el sistema educativo francés. Para disfrutarlo, es indispensable que el estudiante sea lo suficientemente maduro. Pero si se reúnen las condiciones (tu hijo pequeño o adolescente es una persona segura de sí misma que encaja en cualquier lugar y tiene mucha curiosidad por el mundo que le rodea), puede ser una experiencia satisfactoria al 100%. Además de un bilingüismo casi total y la experiencia a fondo de otra cultura, es una oportunidad excepcional para el desarrollo personal... ¡Y no hablemos del impacto en su futuro currículo!
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